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EDILBERTO ALDÁN (MÉXICO)
INSTANTÁNEA
Ella apareció cámara en mano, dispuesta a disparar, con una prisa alegre que no dio tiempo a negarme.
Una vez revelada la imagen le será imposible distinguir que la mueca es producto del miedo y no de la felicidad, no es el gozo del momento lo que arruga el rostro, estira los labios, muestra los dientes y frunce la nariz.
Mientras agita la instantánea, el aire me borra algo más que la sonrisa del rostro, ella no me verá desaparecer, atenta a lo que aparece en la fotografía.
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EDILBERTO ALDÁN (MÉXICO)
INSTANTÁNEA
Ella apareció cámara en mano, dispuesta a disparar, con una prisa alegre que no dio tiempo a negarme.
Una vez revelada la imagen le será imposible distinguir que la mueca es producto del miedo y no de la felicidad, no es el gozo del momento lo que arruga el rostro, estira los labios, muestra los dientes y frunce la nariz.
Mientras agita la instantánea, el aire me borra algo más que la sonrisa del rostro, ella no me verá desaparecer, atenta a lo que aparece en la fotografía.
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MARÍA LUISA ARANDA (ESPAÑA, SEGOVIA/MADRID)
LA META
El viejo carguero logró remontar el río. Ya en el muelle, encalló.
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MARÍA LUISA ARANDA (ESPAÑA, SEGOVIA/MADRID)
LA META
El viejo carguero logró remontar el río. Ya en el muelle, encalló.
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ELENA ARRIBAS (ESPAÑA, VALLADOLID/MADRID)
A BOCAJARRO
–Quiero acabar contigo –dijo él–. Quiero acabar mis días contigo.
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ELENA ARRIBAS (ESPAÑA, VALLADOLID/MADRID)
A BOCAJARRO
–Quiero acabar contigo –dijo él–. Quiero acabar mis días contigo.
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SEBASTIÁN MARCELO BASSANO (ARGENTINA)
EL COLECCIONISTA
Ricardo siempre era elegido abanderado en el colegio. Era un adolescente disciplinado, orgullo de sus padres.
Un día colgó en la pared del dormitorio una estantería para coleccionar latas vacías. Al ver la estantería, la madre le dijo que le parecía una idea extravagante.
Un año después la estantería estaba llena de latas de todos los colores. Ricardo pasaba las tardes ordenándolas y fotografiándolas. Cuando estaba cansado, se sentaba junto a la entrada de la habitación, y se entretenía abriendo y cerrando la puerta cientos de veces, horas enteras con la mirada fija en la colección.
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NOEMÍ BENITO (ESPAÑA, TOLEDO)
EGOÍSTA
–Mío, mío, mío, mío –dijo mientras abrazaba compulsivamente la nada.
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SEBASTIÁN MARCELO BASSANO (ARGENTINA)
EL COLECCIONISTA
Ricardo siempre era elegido abanderado en el colegio. Era un adolescente disciplinado, orgullo de sus padres.
Un día colgó en la pared del dormitorio una estantería para coleccionar latas vacías. Al ver la estantería, la madre le dijo que le parecía una idea extravagante.
Un año después la estantería estaba llena de latas de todos los colores. Ricardo pasaba las tardes ordenándolas y fotografiándolas. Cuando estaba cansado, se sentaba junto a la entrada de la habitación, y se entretenía abriendo y cerrando la puerta cientos de veces, horas enteras con la mirada fija en la colección.
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NOEMÍ BENITO (ESPAÑA, TOLEDO)
EGOÍSTA
–Mío, mío, mío, mío –dijo mientras abrazaba compulsivamente la nada.
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DAVID CARRETERO (ESPAÑA, MADRID)
ENIGMA
Al final del laberinto encontraron la salida.
O el espejo.
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ENIGMA
Al final del laberinto encontraron la salida.
O el espejo.
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ROBERTO CARRIL (CUBA/ESPAÑA)
LA PREMURA
El reloj le contempla malhumorado.
Desechando diminutos instantes,
Corre riachuelo y alevín.
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ROBERTO CARRIL (CUBA/ESPAÑA)
LA PREMURA
El reloj le contempla malhumorado.
Desechando diminutos instantes,
Corre riachuelo y alevín.
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BEATRIZ FALERO (MÉXICO)
SOMBRAS CHINESCAS
Se entretuvo fantaseando frente a la ventana –era una bella tarde de verano– saltó de nube en nube; de montañas a valles. Los colores celestes anunciaban la puesta del sol, las parvadas de pájaros volaban a sus nidos. La oscuridad se adueñó de la casa y el silencio la acompañó. Ella encendió la lámpara de mesa y comenzó a crear sombras chinescas en la pared: perros ladrando, viejitas encorvadas, brujas de nariz aguileña, elegantes cisnes. Finalmente, con las manos formó la figura de una cuna, se recostó en ella, introdujo su dedo pulgar en la boca y se durmió.
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SOMBRAS CHINESCAS
Se entretuvo fantaseando frente a la ventana –era una bella tarde de verano– saltó de nube en nube; de montañas a valles. Los colores celestes anunciaban la puesta del sol, las parvadas de pájaros volaban a sus nidos. La oscuridad se adueñó de la casa y el silencio la acompañó. Ella encendió la lámpara de mesa y comenzó a crear sombras chinescas en la pared: perros ladrando, viejitas encorvadas, brujas de nariz aguileña, elegantes cisnes. Finalmente, con las manos formó la figura de una cuna, se recostó en ella, introdujo su dedo pulgar en la boca y se durmió.
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ANTONIO FERNÁNDEZ PRADO (ESPAÑA, MADRID)
ECUANIMIDAD
El discípulo se sentó a los pies del maestro y le preguntó cómo podía mejorar su meditación. El maestro le dijo:
–Ecuanimidad, ecuanimidad, ecuanimidad. El secreto está en ser ecuánime. ¡Todo es ecuanimidad!
Fue entonces cuando el alumno, de entre los pliegues de su túnica, como un rayo, sacó un martillo y con la mente perfectamente centrada lo descargó con brutal precisión sobre el dedo meñique del pie derecho del maestro.
Se iluminó en el acto.
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ANTONIO FERNÁNDEZ PRADO (ESPAÑA, MADRID)
ECUANIMIDAD
El discípulo se sentó a los pies del maestro y le preguntó cómo podía mejorar su meditación. El maestro le dijo:
–Ecuanimidad, ecuanimidad, ecuanimidad. El secreto está en ser ecuánime. ¡Todo es ecuanimidad!
Fue entonces cuando el alumno, de entre los pliegues de su túnica, como un rayo, sacó un martillo y con la mente perfectamente centrada lo descargó con brutal precisión sobre el dedo meñique del pie derecho del maestro.
Se iluminó en el acto.
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CONCHA GARCÍA (ESPAÑA, MADRID)
ASEPSIA
De pronto, la escoba cobró vida, y escapando de sus manos, comenzó su impecable trabajo. Acto seguido, lejía, trapos, fregona y demás utensilios de limpieza, se unieron al mágico trajín ante sus atónitos ojos. Y por si aquello fuera poco, con un sonoro “¡plof!” acompañado de un espeso humo blanco, un genio, igualito que los de los cuentos, surgió del cubo de agua jabonosa, ya negra y le dijo con voz grave y solemne: “Tu mayor deseo ha sido cumplido”. Supo entonces Lola que había llegado el momento de cambiar de vida.
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CONCHA GARCÍA (ESPAÑA, MADRID)
ASEPSIA
De pronto, la escoba cobró vida, y escapando de sus manos, comenzó su impecable trabajo. Acto seguido, lejía, trapos, fregona y demás utensilios de limpieza, se unieron al mágico trajín ante sus atónitos ojos. Y por si aquello fuera poco, con un sonoro “¡plof!” acompañado de un espeso humo blanco, un genio, igualito que los de los cuentos, surgió del cubo de agua jabonosa, ya negra y le dijo con voz grave y solemne: “Tu mayor deseo ha sido cumplido”. Supo entonces Lola que había llegado el momento de cambiar de vida.
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FÁTIMA MARTÍNEZ (ESPAÑA, MADRID)
¿SÓLO?
Sólo estando a tu lado mi vida tiene sentido. Dijo. Pero el difunto no respondió.
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¿SÓLO?
Sólo estando a tu lado mi vida tiene sentido. Dijo. Pero el difunto no respondió.
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GEMMA ORTELLS (ESPAÑA, VALENCIA)
LA PATERA
La arena en su rostro que se hundía sobre las dunas. El sol abrasador y un sabor amargo en la boca, de agua salada. Su madre que se acercaba y le empañaba la frente con arcilla húmeda. Y las voces de la aldea:
– “¡Este todavía está vivo, con cuidado, mucho cuidado....!”
Acertó a ver una cruz roja sobre un brazalete sucio y advirtió que lo alzaban. Por un instante se sintió libre. Luego se entremezcló la oscuridad de sus ojos con la de su piel.
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GEMMA ORTELLS (ESPAÑA, VALENCIA)
LA PATERA
La arena en su rostro que se hundía sobre las dunas. El sol abrasador y un sabor amargo en la boca, de agua salada. Su madre que se acercaba y le empañaba la frente con arcilla húmeda. Y las voces de la aldea:
– “¡Este todavía está vivo, con cuidado, mucho cuidado....!”
Acertó a ver una cruz roja sobre un brazalete sucio y advirtió que lo alzaban. Por un instante se sintió libre. Luego se entremezcló la oscuridad de sus ojos con la de su piel.
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JAIME PALACIOS CHAPA (MÉXICO)
LOS PAPELES NO VUELAN SOLOS.
SIEMPRE ES EL ALIENTO DE UN ALMA LO QUE LOS LEVANTA.
Por eso cuando vi elevarse a todas las páginas de un libro roto, a las de un periódico, a la multitud de bolsas y empaques, decidí mejor no salir y encerrarme a ver televisión. Nunca he podido soportar tanta elocuencia (¿y quién aguanta que le griten?).
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JAIME PALACIOS CHAPA (MÉXICO)
LOS PAPELES NO VUELAN SOLOS.
SIEMPRE ES EL ALIENTO DE UN ALMA LO QUE LOS LEVANTA.
Por eso cuando vi elevarse a todas las páginas de un libro roto, a las de un periódico, a la multitud de bolsas y empaques, decidí mejor no salir y encerrarme a ver televisión. Nunca he podido soportar tanta elocuencia (¿y quién aguanta que le griten?).
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GABRIELA VILLANO (ARGENTINA)
FIN DE FIESTA
La fiesta había terminado. Él la acompañó en la vereda, hasta que apareció un taxi.
La despidió con un beso casto, sin atreverse a más, como de costumbre. Ella le dio un abrazo tierno y ortodoxo, se tragó una pregunta, la habitual, y subió al auto.
Al cerrar la puerta, el alma de él tomó impulso y saltó hacia el asiento de atrás. El alma de ella hizo un esfuerzo y se lanzó a la vereda.
El taxi se alejó. Él se fue desalmado, pero acompañado.
No hay nada que hacerle; las almas siempre tienen más coraje que sus dueños.
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FIN DE FIESTA
La fiesta había terminado. Él la acompañó en la vereda, hasta que apareció un taxi.
La despidió con un beso casto, sin atreverse a más, como de costumbre. Ella le dio un abrazo tierno y ortodoxo, se tragó una pregunta, la habitual, y subió al auto.
Al cerrar la puerta, el alma de él tomó impulso y saltó hacia el asiento de atrás. El alma de ella hizo un esfuerzo y se lanzó a la vereda.
El taxi se alejó. Él se fue desalmado, pero acompañado.
No hay nada que hacerle; las almas siempre tienen más coraje que sus dueños.
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