sábado, 13 de diciembre de 2008

PREMIOS EXTRAORDINARIOS DE CUENTO HIPERBREVE "GARZÓN CÉSPEDES" 2007

.
.
.
JULIO JIMÉNEZ (CUBA)

EL ASTILLERO

Hacía poco había escampado y el muchacho estaba acuclillado al borde de la acera. Dejaba caer algo sobre el agua que corría calle abajo cuando se le acercó un desconocido.
–Oiga joven –dijo con tono preocupado– mejor no haga eso, es peligroso.
–Es de papel –aclaró el muchacho.
–Sí, pero de todas formas es un barco.



MARÍA TERESA MARTÍNEZ (ESPAÑA, MADRID)

PRINCIPIOS

Entre los dos construyeron su casa. La llenaron de ventanas y chimeneas, y plantaron árboles en el jardín. Y cuando por fin estuvo completa, colgaron de la puerta un cartel que decía: “Por favor, asegúrense de que la puerta queda mal cerrada”.

.

GINÉS MULERO (ESPAÑA, CATALUÑA, BARCELONA)

MENSAJE LÍQUIDO

Doblo la Avenida y soy afortunada al trastabillarme con el alma infinita de Gandhi. La recojo delicadamente, la pongo entre algodones, la llevo a la fábrica de té donde trabajo y subrepticiamente la voy repartiendo en bolsitas.

.

LILIANA PEDROZA (MÉXICO)

MITADES

Era momento de dividirlo todo. Tiza en mano, ella dibujó la línea que daba a cada cual la mitad de la mesa, la mitad del sofá, la mitad de la cama. A la hora del sueño se miraron desconsolados en territorios distintos. Él la invitó a su costado para compartir aunque fuera la mitad de la noche y tener la mitad menos de frío. Ella objetó con la mitad de resistencia que le quedaba del día mientras su pierna borraba la línea fronteriza. Luego sonrió. Puso la otra mitad de la noche y el resto del calor para ambos.

.

MAR PFEIFFER (ARGENTINA)

CASAS DE ARAÑA

Había un juego que nos apasionaba con mi primo. Encontrar en el jardín de mis abuelos tapitas de casas de arañas. Las sacábamos con un palito y las aplastábamos.
Ese domingo me dijo mi primo “Hoy no. Se murió el abuelo”.
En el dormitorio mi mamá y mi tía trajinaban poniéndole el traje de casamiento.
Nos acercamos a la cama. Una pierna se movió. Mi tía miró a mi mamá. Tomaron una almohada. Le taparon la cara. La pierna dejó de moverse.
Se persignaron y me invitaron a rezar.
Mi abuela jugaba un solitario en la galería.



MÓNICA RODRÍGUEZ JIMÉNEZ (ESPAÑA, MADRID)

LA INMUTABILIDAD DE LA ESENCIA

La que antaño fuera sirena, añoraba el azul de sus viejos días, mientras tocaba las piernas que habían sucedido a su cola de pez. Pero cada vez que se dejaba invadir por la nostalgia y las lágrimas anegaban sus ojos, ella las bebía con fruición, recordándole su única y reconfortante realidad: ella fue, era, y siempre sería,
..................................................... ........ ....... ...... ......MAR.

.

VIVIAN WATSON (VENEZUELA/ESPAÑA)

IGUALDAD

El atasco, la reunión de las diez, la presentación desastrosa, el maldito ordenador dando problemas de nuevo, el dentista del niño (“¿otra vez?”, preguntó el jefe) y la lavadora rota, enumeró mentalmente mientras recibía el beso del marido, menudo día, qué había de cenar, preguntó él, tras dejarse caer en el sofá y encender mecánicamente el televisor. Y ella apareció en la sala con su delantal y una bandeja, gazpacho, querido, dijo, y lentamente vertió el líquido espeso y rojo sobre el hombre estupefacto, sin importarle las manchas que a fin de cuentas no pensaba limpiar nunca, pero nunca más.
.
.
.
free hit counter